Sopa

(Lectura de 2 minutos)

¿Puedes contar las veces que has comido sopa? Quizás no le des mucha importancia a este platillo líquido, pero deja la cuchara un momento y piensa en la increíble universalidad que tiene. Durante literalmente miles de años, recipientes hechos de frutas o semillas, y más tarde tazones y copas de todo tipo de materiales, han contenido este líquido que puede restaurar la vida, y la esperanza. Me maravilla y me inspira cómo algo aparentemente tan simple, tiene el poder de calentarnos por dentro, hasta el alma.

Casi todas las regiones del mundo tienen su propia versión, y quizás esa universalidad es lo que la hace tan especial. Desde el pho de Vietnam hasta el borscht de Rusia, el pozole de México y el gazpacho de España; la miso en medio mundo y la ganadora como la más amada a nivel mundial: la de pollo con fideos. Es una representación de un lugar, de su gente, siempre hecha con ingredientes locales y transmitida a lo largo de generaciones.  Cada familia añadiendo su propio toque a una receta, hace que la sopa cuente una historia.

Culturalmente, es una de las formas más universales de reunirse alrededor de la mesa. La olla humeante se convierte en algo abundante y satisfactorio para compartir. En tiempos difíciles, permite estirar un poco más los ingredientes. Esa capacidad de aprovechar los recursos es lo que convierte a la sopa en un símbolo de resiliencia. Incluso cuando los tiempos son difíciles, podemos hacer algo valioso con casi nada. Hay una dignidad silenciosa en ello.

Puede ser transparente, con algunas hierbas, hojas y raíces, o robusta y espesa con diferentes carnes y vegetales. Cremosa o suave, cargada de especias o refrescantemente ligera. Disfrutarla no conoce horario, se puede disfrutar a primera hora de la mañana, en el almuerzo o justo antes de dormir, es un apapacho incondicional.

No importa de qué está hecha, es cálida, suave y fácil de comer, lo que la convierte en el plato por excelencia del confort y la generosidad. Es un plato que puedes personalizar tanto como quieras, acepta casi cualquier cosa que le eches. Casi cualquiera puede preparar una, lo que la hace perfecta para cuando necesitamos dar o recibir cuidados. Este poderoso líquido caliente nos ha permitido ser buenos con los demás, usándolo como una ofrenda o como una forma de decir lo que las palabras a veces no pueden.

La sopa es consuelo, conexión, supervivencia y un símbolo de unión. Este humilde plato ha resistido la prueba del tiempo, y a pesar de su simplicidad, va cargado de significado. Nos calienta desde dentro y nos acerca a las personas. Por su naturaleza, actúa como un recordatorio de que las cosas buenas toman tiempo, y que con paciencia, incluso los elementos más simples pueden crear algo maravilloso.

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