En la cocina como en la vida

(Lectura de 1 minuto)

Siempre me han maravillado las conexiones ocultas entre temas aparentemente no relacionados. Como la vida y la cocina. Y sin embargo, como cocinero llegué a entender que las técnicas empleadas en la cocina descubren valiosas sabidurías que pueden alimentar nuestra vida diaria.

Comenzando por el arte del equilibrio en la cocina. Los cocineros equilibran sabores, texturas y temperaturas, con el objetivo de lograr la armonía perfecta entre todos los elementos que harán bailar a nuestras papilas gustativas. Este acto de equilibrio también se puede trasladar a nuestras vidas. Así como un plato puede arruinarse por un exceso de un ingrediente, nuestras vidas pueden desequilibrarse si damos demasiada atención solo a un aspecto. La cantidad adecuada de cada elemento, permite una vida bien sazonada.

Las cocinas profesionales operan bajo el concepto de “mise en place”. Es la práctica de tener todo en su lugar y listo para comenzar antes de cualquier preparación culinaria. Esto permite estar preparados, ser precisos y consistentes. En la vida, también podemos aplicar este concepto preparándonos mental, emocional y físicamente para los desafíos que se presenten. Al hacerlo, seremos más ágiles y estaremos más listos para saltar los obstáculos de la vida con gracia.

La paciencia es un ingrediente clave en la cocina. Un cocinero debe esperar a que el agua hierva, las cebollas se caramelicen o la masa suba. Algunos de los sabores más complejos y deliciosos tardan tiempo en desarrollarse y evolucionar. En la vida, también debemos practicar la paciencia, ya sea nutriendo relaciones, persiguiendo sueños o simplemente permitiéndonos tiempo para crecer. Debemos saber cómo seguir los procesos en su tiempo natural.

La experimentación es el nombre del juego en la cocina. Los cocineros más audaces y atrevidos disfrutan de coquetear con sabores inesperados, creando platos que nos dejan sin palabras (y con ganas de más). En la vida, debemos ser lo suficientemente valientes para salir fuera de nuestras zonas de confort, tomar riesgos y aprender de nuestros fracasos épicos. Al abrazar la experimentación, podemos construir crecimiento personal y resiliencia.

La atención plena, o estar presente en el momento, es una habilidad valiosa para la vida que nos permite saborear cada experiencia. Un gran cocinero que está presente y completamente comprometido con la tarea en cuestión, usa todos los sentidos y su atención plena como única forma de crear una obra maestra culinaria. Al practicar esto, podemos descubrir un sentido de alegría y felicidad que transforma nuestra vida diaria en un festín de maravillas.

Las técnicas de cocina ofrecen un buffet de sabiduría que se puede aplicar a la vida. Al aplicar los principios de equilibrio, preparación, paciencia, experimentación y atención plena, podemos crear una receta para una existencia plena y deliciosa.

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